Modo margarina: mi nuevo estado

Author: Sofi Alvarenga


Modo margarina cuando te sorprende con una cena romántica acompañado de la luz de la luna y en ese preciso momento saca una cajita, te la da y tashhhh.... ves que es un anillo de compromiso!!! y te dice "MARRY ME".

Pues esto es así caí... caímos en el modo margarina y me encanta...nos encantaaaaa!!!! y es que les quiero compartir que...Me voy a casar. Ahora bien, les contaré primero la versión de mi novio... digo mi prometido cómo inicio este efecto del modo margarina y luego describiendo exactamente el día donde termine siendo una margarina derretida por el amor, ese modo margarina que sin duda alguna marcó nuestras vidas:

Suena fácil decirlo y quizá les parezca cotidiano o una noticia de las que saca sonrisas, pero es una de las decisiones más trascendentales de mi vida, y para los que me conocen, de las más radicales. Siempre he sido muy reflexivo y bastante terco, hace años decidí que yo era feliz estando solo, y no de una forma melodramática, me sentía bien sin pareja, decidiendo mi rumbo de manera egoísta e individual (quitando la connotación negativa de egoísmo) decidí que no tendría una relación, no si no la necesitaba.. 

Y así lo hice, durante casi 9 años fui feliz conmigo mismo, forjé muy buenas relaciones de amistad con grandes amigas, por quienes he llegado a sentir un cariño muy fraternal. Luego de un tiempo me convencí de que enamorarse no era para todos, y que uno debía aprender a ser feliz sin necesitar a nadie más, porque el amor no se busca, se encuentra y si no llega no podemos pasar frustrados toda la vida por ello, así que mi vida me parecía perfecta, soltero, tranquilo, con grandes amigos y amigas, con el amor de mi familia y con un futuro laboral prometedor..sin embargo hoy decido que me voy a casar, la pregunta del millón: ¿Por qué? Bueno pues… porqué encontré lo que no andaba buscando, “la encontré a ella” si ella, con quien descubrí otro nivel de felicidad, había algo en su sonrisa que me cautivaba, me perdía en sus ojos, y amaba las noches que nos desvelábamos platicando… en verdad nunca fui coqueto con ella ni ella nunca me dio a entender algo mas, creo que a ambos nos sorprendió lo que iba sucediendo y dejamos que sucediera, porque eso si hay que dejar que las cosas pasen pero a veces ayudar que pasen.  

Sin darme cuenta me estaba enamorando, luego de tantos años de sentirme bien “solo”, de repente extrañaba ver su mensajes en el whatsaap, esperaba verla para saludarla y platicar, me emocionaba cada vez que íbamos por un café o al cine, si, sin darme cuenta me estaba enamorando, no quería que ella fuera mi amiga, quería besar sus labios, abrazarla, mirar a sus ojos y decirle que con ella me sentía feliz, me sentía plenamente yo, pero como comprenderán no fue tan fácil asimilarlo, esto ponía mi mundo de cabeza, y me encantaba como se veía el paisaje así.  

Por eso decidí que tenía que besarla, tenía que dejarle claro lo que sentía, un beso que le diera un giro a todo lo que estaba sucediendo, sentir sus labios… la invité a salir, un almuerzo frente a la playa, yo iba nervioso, ella tan sonriente y linda como siempre, en mi mente resonaban las palabras de mis dos mejores amigas “tenés que besarla, dejale claro lo que sentís”, sonaba fácil, pero yo estaba hecho un manojo de nervios… aunque lo que sucedió esa vez se los contaré en la siguiente entrega de esta historia.  

Con esas palabras, con esos sentimientos era imposible no caer en el modo margarina!! Ya conocieron su versión ahora continuaré describiendo lo que sucedió ese día en la publicación de mañana.  

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